Los 10 errores de la cosmética casera que debemos evitar

errores de cosmética casera que podemos evitar
En cosmética casera es fácil equivocarse. Sí. Pero, ¿cuántas veces has hecho un pastel que te ha salido demasiado seco o un plato de pasta demasiado salado? ...
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En cosmética casera es fácil equivocarse. Sí. Pero, ¿cuántas veces has hecho un pastel que te ha salido demasiado seco o un plato de pasta demasiado salado? A mí en más de una ocasión.

Los errores de la cosmética casera son parte del aprendizaje y no debemos tenerle miedo. Aprendemos y progresamos cometiendo errores. Así pues, en cosmética casera también es muy fácil equivocarse. Algunos errores comprometen la estética o la practicidad del producto, que no tienen mayor consecuencia sobre la salud cutánea. Pero algunas veces, hacer cosmética casera sin conocimientos previos puede resultar algo perjudicial para la piel y el cabello, con irritaciones cutáneas o hasta quemaduras en el peor de los casos.

Y es que, ante todo, es importante tener en cuenta la seguridad del producto. Pero ¡ojo! ¡No estoy aquí para quitarte las ilusiones! Si quieres divertirte creando tus propios cosméticos, a continuación te indico los 10 errores que se pueden evitar fácilmente para obtener productos seguros y empezar bien en cosmética casera.

Errores de la cosmética casera en casa

1. Elegir cualquier fórmula

Cuando empezamos a fabricar nuestros productos, y antes de ser capaz de crear nuestras propias fórmulas, solemos reproducir recetas vistas en internet, libros o cursos.

Por la red, hay miles de recetas de cosméticos caseros, pero no todas son igual de buenas. Si estás empezando en el mundo de la creación de cosméticos naturales en casa, obviamente es complicado encontrar la diferencia entre una buena receta natural y una no tan buena.

Lo primero: intenta elegir fórmulas cuidadosamente y mira el perfil del autor. ¿Es una especialista en cosmética o una periodista? ¿Es un blog de recetas cosméticas que parece serio o un blog de moda? 

Hay otro indicador para averiguar si la persona que publicó la fórmula sabe al menos lo que está haciendo. Elige fórmulas que se expresen en gramos (idealmente en porcentajes que facilitan la adaptación de la fórmula según tus necesidades). Realmente te invito a dejar de lado las recetas que miden los ingredientes a cucharadas, aunque algunos productos de uso único como una mascarilla capilar de huevo o un exfoliante corporal de azúcar son geniales y no hay que desestimarlas. 

 2. Creer que puedes hacer todos los cosméticos

Puedes hacer muchas cosas en cosmética casera, pero no las puedes hacer todas. Incluso hay productos que no deberías hacer tú misma, como los protectores solares.

En mi época de laboratorio, desarrollé una crema solar y según como mezclaba los componentes entre ellos, los factores de protección obtenidos eran diferentes (¡con la misma fórmula!). ¿Parece increíble verdad? Pues es cierto.

Entonces cuando empieces en este mundillo de crear cosméticos DIY, te aconsejo no realizar productos muy específicos. Te hablo de los solares, los geles de limpieza íntima y los cosméticos terapéuticos, productos que podrían ser perjudiciales para la piel.

3. No pesar los ingredientes

Ya te lo adelantaba en el primer error de cosmética casera, pero lo cierto es que veo muchas recetas de cosmética casera donde usan probetas y cucharas. Para mi no es un método fiable porque muchos ingredientes se deben usar en cantidades exactas, si queremos que sean eficaces y seguros

Para ahorrarte complicaciones, compra una buena báscula de precisión (con un dígito mejor), y pesa todos los ingredientes de tu fórmula. Resulta mucho más fácil y menos engorroso y además, podrás ir progresando y mejorando tus fórmulas cada vez más.

4. Ahorrar tiempo minimizando la higiene

Tómate tu tiempo en elaborar tus cosméticos en casa y sigue una rutina de limpieza de la encimera de la cocina o de la mesa donde vayas a elaborar. También del material que vayas a usar. ¿Sabes que las bacterias son las enemigas de la cosmética? Si fabricas un sérum oleoso o una pastilla de jabón no pasa nada porque no contienen agua (propiamente hablando), pero si te preparas una crema o un gel de ducha entonces dedica unos minutos para higienizarlo todo. En un post anterior te hablaba de las buenas prácticas de fabricación de cosméticos en casa.

5. No leer las indicaciones del proveedor o fabricante

¡Más no quiere decir mejor!

Los fabricantes de materias primas estudian cuáles son las dosis de uso ideal para una eficacia óptima y asegurar así la seguridad del usuario. Un proveedor “serio” tiene que indicar toda la información necesaria para una buena utilización de dicho ingrediente. Por ejemplo:

  • Su dosis de uso, indicado en %. Demasiado poco no es eficaz, y demasiado mucho puede ser irritante, como es el caso de los aceites esenciales y los conservantes.

● Su procedencia y su calidad: si es de origen vegetal, animal o sintético, si es eco certificable, si es virgen (en el caso de los aceites vegetales), si está conservado, etc.

Ya que estás fabricando tus cosméticos y quieres que sean naturales, que ¡cumplan los criterios de calidad que deseas! 

● Son cuatro los consejos de uso de las materias primas para la fabricación de tu propia cosmética:

→  si se puede calentar y hasta qué temperatura.

→ su solubilidad: ¿se mezcla en medio acuoso o aceitoso? ¿Se puede incorporar en un tónico, por ejemplo?

→ Su pH recomendado. Algunos ingredientes requieren un pH preciso para funcionar correctamente. Es el caso de los conservantes o activos como la vitamina C.

→ En qué etapa de fabricación se incorpora. 

Si reproduces una fórmula, el autor debió tener en cuenta todos esos criterios previamente, pero no ha podido contemplar la calidad de los ingredientes que vas a usar. Así pues, vale la pena echar un vistazo a toda la información que tienes antes de realizar una fórmula para no realizar estos errores de la cosmética casera.

6. Usar los aceites esenciales como si fueran fragancias, uno de los mayores errores de la cosmética casera

Los aceites esenciales son unos activos muy potentes que se deben usar con todo el respeto que se merecen. A veces los usamos para perfumar un producto, pero lo cierto es que es un error, ya que sus moléculas aromáticas actúan sobre la piel, en la esfera olfativa y sobre todo penetran hasta el flujo sanguíneo y hasta nuestros órganos.

Así que los aceites esenciales son maravillosos si las usamos de manera adecuada y con consciencia. Por muy buen olor que tengas algunos, debes tener en cuenta que una mandarina es fototóxica, una canela quema la piel en dosis elevada, la menta acelera tu ritmo cardíaco y un eucalipto mentolado puede ser abortivo. 

Por norma general, no uses más del 1 % en tus cosméticos de tratamiento y un 2% en productos de enjuague y, si los usas por sus propiedades mágicas y no por su olor, entonces mucho mejor.

7. No verificar el PH

El pH del cosmético es un valor que se mide con un medidor de pH, como las tiras de papel de pH. Se compran en tiendas especializadas; las de farmacia no son válidas para la cosmética. 

¿Por qué verificar el pH al hacer cosméticos caseros? No verificar el pH es uno de los errores de la cosmética casera. Verificar el pH del producto permite comprobar que su valor esté cercano al valor de la piel, que suele ser de 5,5. Además, te permite asegurar que el conservante que contiene cumplirá su función. La mayoría de los conservantes son eficaces a un pH determinado.

Idealmente, debes comprobar el pH antes y después de añadir el conservante y rectificar el pH si fuera necesario. Este es un paso que nos saltamos muchas veces (reconozco que yo también a veces), pero vale la pena hacerlo si quieres mantener tu producto en buen estado más tiempo y asegurar que no será agresivo para tu piel o la de los tuyos. 

8. Querer fabricar en grandes cantidades

Otro de los errores de la cosmética casera es el de la cantidad. Siempre volvemos a lo mismo con el tema de la conservación de los productos.

Un producto vendido en el mercado ha recibido toda la atención necesaria para que esté estable y bien conservado durante un largo tiempo. Se fabrica en condiciones de higiene óptimas y se le hace un análisis microbiano para comprobar que no contiene ningún microbio, levadura u hongo.

Por esta razón, un producto casero no puede tener el mismo «tiempo de vida», aunque le incorporemos un conservante. Además, los conservantes que usamos en cosmética casera son más sencillos que los de laboratorio.

Así pues, y para evitar cometer estos errores de la cosmética casera, lo más razonable es fabricar pequeñas cantidades de producto, para entre 1 y 3 meses y así nos aseguramos que tenemos la cosmética más fresca de todas, lo que es un auténtico privilegio. 

9. Creer que la cosmética casera es más eficaz que la cosmética comprada

Una cosmética casera puede contener 99% de ingredientes que son activos, es decir que tiene una o varias propiedades que van a beneficiar la piel. 

Por norma general, un cosmético comprado no suele llevar tanta cantidad de activos, principalmente por un tema de precio y porque su ingrediente principal es agua (y no hidrolato, por ejemplo). Pero la industria ofrece a los laboratorios, encapsulados o activos muy concentrados, lo que hacen que los productos resulten eficaces para una acción en concreto.

Entonces, el efecto obtenido en cosmética casera no va a ser tan ¡flash! Ni con un resultado tan evidente de primeras, pero estoy convencida de que actúa más a largo plazo y de manera más profunda*. 

*(¡Ojo! No tengo pruebas que respalden estos argumentos y tampoco no estoy tomando en cuenta la calidad de los productos, pero te aseguro que elaborar tu propia cosmética fomenta un placer y una alegría que ningún producto comprado te ofrece).

10. Usar ingredientes de calidad alimentaria

En general, pensamos que si una cosa es buena para nuestro cuerpo, es bueno para nuestra piel. Diría sí y no.

Utilizo muchos ingredientes de mi cocina, como la miel, el yogur y las harinas, pero los destino a productos de uso único que no guardo. También para mis productos en polvo, que me encantan.

Son ingredientes muy sensibles a la contaminación, porque sencillamente la legislación alimentaria no tiene la misma exigencia bacteriana que la legislación cosmética, por lo que los productos no se van a conservar de manera óptima. 

En este caso, excluyo las plantas secas que se usan para preparar una infusión con agua hirviendo o para las maceraciones oleosas. 

Ahora ya sabes los errores de la cosmética casera que no debes cometer y todo lo esencial para elaborar tus cosméticos con consciencia. Como te comentaba, hay que tratar de evitar estos errores de la cosmética casera, pero aun así te animo a que experimentes creando tus propios cosméticos. ¡La práctica es la única manera de mejorar! Y es que equivocarse pertenece al aprendizaje y te aseguro que elaborar tu cosmética es muy divertido.

Y recuerda que, si te interesa aprender a elaborar tus propios cosméticos naturales en casa, tenemos para ti una selección de cursos y talleres de cosmética natural para que puedas adentrarte en este maravilloso mundo de los cosméticos caseros.

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